El término de Mosqueruela, es rico en evidencias del pasado, pero como tal entidad es el producto de la Repoblación medieval, realizada por orden del rey Jaime I, en 1265, dentro de los términos del poderoso concejo de Teruel. En 1366 alcanza la condición de villa y su peso dentro de la Comunidad de Teruel va creciendo, hasta acompañar a la ciudad con el pomposo título de Comunidad de Teruel y Villa de Mosqueruela. El municipio cuenta con el reconocimiento de Casco Histórico. Hay que comenzar destacando su trazado urbano, uno de los más depurado, del tipo regular, en la repoblación aragonesa. La parroquial es la consecuencia de una compleja evolución, con magnífica portada del siglo XIV. En el siglo XV se le añade el edificio del archivo de la Comunidad y en el siglo XVII sufre una completa reforma, del siglo XVIII es la torre. El ayuntamiento presenta un amplio frente porticado sobre el que se sitúa el gran salón y es ya de Edad Moderna. Destacan los restos del recinto amurallado, con la puerta de San Roque y numerosos tramos, bien conservados. Otros elementos de interés son la ermita de Santa Engracia y la arquitectura de las calles Asunción Belsa y Ricos Hombres, donde se conserva el llamado palacio del rey D. Jaime. Fuera del casco urbano, son numerosos los elementos de interés: El conjunto barroco del santuario de la Virgen de la Estrella, el puente de las Maravillas, las innumerables masías y el conjunto de pinturas rupestres del Barranco de Gibert, dentro de la Declaración de Patrimonio de la Humanidad.
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