Esta comarca es la única que integra el Parque Cultural en la totalidad de sus límites, con sus quince municipios, once barrios (dos de ellos despoblados) y una entidad local menor.

Se trata de un territorio fronterizo al Este de la provincia de Teruel, configurado por un amplio abanico de paisajes de accidentada orografía conformada por crestas afiladas y angostos cañones, que son fruto de una larga evolución geológica y proporcionan no sólo riqueza a este territorio, sino un relieve de gran valor paisajístico y estético.

La mayor parte de las poblaciones de la comarca son asentamientos sobre ladera de más o menos pendiente:

Al Sureste de la provincia de Teruel, entre las sierras de Gúdar y el Maestrazgo, se encuentra situada, a gran altura en el cañón calizo del río Sollavientos la localidad de ALLEPUZ, cuyo caserío se extiende en una ladera de fuerte desnivel que hace que sus calles recorran el núcleo a diferentes alturas, apareciendo sin embargo, muy configuradas y con una arquitectura de acusado carácter rural.

Localizada en el alto valle del río Pitarque, el casco urbano de FORTANETE se reclina en una ladera con orientación Sur, desarrollándose longitudinalmente en la parte baja de la misma y mostrando una trama urbanística muy lineal con un espacio público muy abierto y un buen número de edificios de considerable fondo y pequeñas fachadas adosadas entre medianeras.

Al Norte del Alto Maestrazgo y muy cerca del límite con la provincia de Castellón se encuentra el lugar de menor altitud de toda la comarca, dónde el núcleo urbano de LA CUBA se extiende a lo largo de una ladera con orientación Sudeste, cuyo trazado urbano, de una gran homogeneidad en su edificación, se estructura en torno a tres alineaciones orientadas hacia el valle y a distinta altura.

Enclavada en la ladera occidental del monte de la Muela Monchén a media altura entre el valle y la cima, aparece la población de TRONCHON que, al ser tierra fronteriza, contaba con recinto amurallado y castillo. Además, conserva perfectamente su esencia de siglos pasados.

Muy cerca de la localidad anterior y en una zona de serranías de altitud media BORDON se asienta en una ladera de fuerte desnivel y con orientación Norte. La arquitectura, muy transformada, está formada por casas unidas unas a otras y sin ninguna calle que estructure el casco.

Sobre la ladera Sur de una colina descansa el caserío de LUCO DE BORDON, barrio dependiente del Ayuntamiento de Castellote de aspecto muy rural, que desciende escalonado desde la ermita mostrando un atractivo juego de volúmenes.

Mientras que la pequeña aldea de ABENFIGO, con estructura urbana muy simple de trazado regular y parcelación muy densa se encuentra emplazada en un borde de la vega del río Guadalope, LOS ALAGONES y LAS PLANAS, de carácter esencialmente rural, se asientan en pequeñas elevaciones cuyos cascos urbanos se extienden en este terreno de suave pendiente. Los tres núcleos dependen también del Ayuntamiento de Castellote.

El barrio de SANTOLEA, que fue dinamitado entre los años 1972 - 1974 para la construcción del Embalse del mismo nombre y del que ya no queda nada, se asentaba en una ladera de suave pendiente. Algo similar se observa en la despoblada aldea de TORREMOCHA que, enclavada en una pequeña elevación del terreno, su caserío se extendía hacia la ladera. Ambos barrios dependen del Ayuntamiento de Castellote.

El barrio de MONTORO DE MEZQUITA, ubicado en el valle del río Guadalope, consta de un pequeño núcleo con una arquitectura de carácter muy rural que se extiende en la zona baja de la ladera; a diferencia de la localidad de VILLARLUENGO (municipio al que pertenece) que, ubicado en el extremo Este del Sistema Ibérico se asienta sobre un elevado espolón. La población, cuyo origen surgió en el extremo de la roca dónde en la actualidad se levanta la iglesia parroquial, extiende su caserío sobre la ladera.

Por último, dentro de los asentamientos en ladera queda citar la población de MOLINOS que, situada en uno de los valles que vierten en el río Guadalopillo dentro de las serranías del Bajo Aragón, surge el primitivo asentamiento sobre un promontorio descansando gran parte del casco urbano sobre un collado entre los dos cursos de agua y agrupándose la edificación en calles adosadas a las laderas.

Muy similar a lo que ocurre en Villarluengo, la población de CANTAVIEJA se asienta sobre una plataforma rocosa en espolón entre dos valles, siendo ésta una posición estratégica de gran valor defensivo cuyo conjunto forma una península de perímetro triangular, vertebrado por la calle Mayor.

Dentro de esta comarca también se pueden observar emplazamientos en llano o en elevaciones muy suaves:

Mientras que los cascos urbanos de LADRUÑAN y CRESPOL se asientan sobre sendas elevaciones separadas entre sí por algunos cientos de metros, y con un urbanismo bien configurado de edificaciones de una o dos alturas en tapial; los barrios de LA ALGECIRA y DOS TORRES DE MERCADER (que junto con los dos anteriores dependen del Ayuntamiento de Castellote), se ubican en terreno llano y muy cerca del Embalse de Santolea. Hay que destacar en La Algecira el trazado mudéjar que conforma su urbanismo.

La entidad local menor de CUEVAS DE CAÑART, por el contrario a los casos anteriores se apiña en torno a una colina en la vertiente Sur de la sierra de La Garrocha, mostrando una compleja estructura urbana asentada sobre un altozano en cuya cima existió una fortificación, desaparecida en la actualidad.

La fortificada villa de LA IGLESUELA DEL CID se asienta en una ligera prominencia de forma triangular entre dos arroyos que se unen en su vértice y en cuyos márgenes se extienden los dos arrabales de la villa, de carácter muy rural el más oriental y mucho más reciente el occidental, apareciendo entre ambos el núcleo medieval que alterna en sus espacios edificios de carácter bastante popular con algunas de las mejores muestras palaciegas, renacentistas y barrocas, de toda la comarca.

Situada a una altitud relativamente baja en comparación al resto de las villas cercanas de la comarca, MIRAMBEL se localiza en el lecho del valle, al pie de los montes de San Cristóbal y Aliento, junto al río Cantavieja, desarrollándose su población casi completamente dentro del recinto amurallado, de forma cuadrada y orientado según los puntos cardinales. La riqueza de su estructura urbana, su calidad espacial y el interés de su arquitectura dan lugar a una sorprendente simbiosis de carácter noble y popular.

Llegado a este punto, queda únicamente citar cuatro villas que son mucho más peculiares por estar sus poblaciones divididas en diferentes núcleos, siendo VILLARROYA DE LOS PINARES dónde esta división pasa más desapercibida. Se trata ésta de la primera localidad que aparece en el curso alto del río Guadalope en la vertiente Norte de la Sierra de Gúdar y que, asentada sobre tres elevaciones surgidas en función del río, dos de los núcleos se sitúan en la márgen izquierda y el tercero en la derecha pero presentando un carácter abierto sin apenas continuidad entre ellos.

PITARQUE, bañada por las aguas del río que lleva su mismo nombre y al pie de la sierra de La Cañada , se estableció sobre dos colinas de elevada pendiente separadas por una abrupta torrentera que desagua en el río Pitarque, lo que da lugar a dos núcleos, de los cuales el situado más al Norte es mucho más compacto y su edificación, de carácter popular y muy homogénea, aparece desarrollada en terrazas.

Situada en el curso alto del río Guadalope en la vertiente Suroeste de la sierra de Lastra, se encuentra la población de MIRAVETE DE LA SIERRA al pie del espolón dónde se levantó el castillo, creando dos núcleos a las orillas del río y un tercero al Sur a la entrada de la localidad, alzándose la iglesia parroquial en la ladera Sur y en torno a ella todos los elementos arquitectónicos y espaciales de mayor interés, que le otorgan a la villa un importante valor artístico destacando su arquitectura popular.

Y para finalizar con los asentamientos de la comarca del Maestrazgo queda citar la peculiar localidad de LA CAÑADA DE BENATANDUZ que, siendo la más alta de todo este territorio, se ubica entre el Cuarto Pelado y Villarluengo dónde se alza en el grandioso paisaje de los desfiladeros calizos del río Cañada. La localidad está compuesta por tres núcleos o barrios claramente diferenciados, situándose el más antiguo denominado "barrio del Monjuí" en un espolón rocoso que se adentra en el valle, mientras que el de "San Cristóbal" se sitúa en una zona alta que es la continuación del espolón en que se asienta el anterior y por último el "barrio de la Magdalena" que se estableció, aislado, al otro lado de un barranco que se une al valle del río Cañada.