Los orígenes del poblamiento de Puertomingalvo, se documentan desde la prehistoria, destacando el importante yacimiento ibérico fortificado de Los Castillejos. Como su nombre sugiere y prueban algunos restos arqueológicos, fue una importante población durante el periodo islámico.
En 1202 será donado , por el rey Pedro II al obispo de Zaragoza Raimundo de Castrocol, junto a Linares y sus respectivos castillos iniciando así una andadura conjunta en manos de los obispos zaragozanos. Habrá que esperar a 1261, para que otro obispo zaragozano, Arnaldo de Peralta, otorgue la carta de población. Esta villa cuenta con la consideración de Bien de Interés Cultural. En un extremo del pueblo, que se asienta sobre un espolón rocoso, se emplaza el castillo, entre los mejor conservados del Parque Cultural. La torre del homenaje es de planta pentagonal y a ella se adosan los restos del recinto que configuran la plaza de armas y una peculiar torre de acceso; el portal de San Antón da acceso al conjunto. En el centro del pueblo, contraponiéndose al volumen del castillo, la iglesia parroquial, un gran edificio del siglo XVIII; a una cota inferior, se encuentra el ayuntamiento, uno de los ejemplos más singulares de ayuntamiento gótico de Aragón. En el resto del pueblo, no faltan las casas señoriales, como la casa Lloveras, restos conventuales, así como abundantes restos del recinto amurallado, en la parte de la umbría quedan los restos de una nevera. En el término abundan las masías, con ejemplos singulares como la Torre Pintada. También hay ermitas como las de San Bernabé y Santa Bárbara. |
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