La primera referencia escrita de la que tenemos referencia hace alusión al momento en que Alfonso I, en 1118 entrega el lugar a don Lope Juan de Tarazona, donación fallida por el retroceso de la frontera a la muerte del rey. Pasó después a depender de los sanjuanistas de Aliaga, existiendo referencias a su castillo. De los 900 habitantes de los que habla Madoz en 1850, que se mantienen en 1900, se pasa a los poco más de 100 que hay en la actualidad. Hoy en día es el turismo la fuente esencial de sus ingresos. Rodeado de una impresionante vegetación aparece el caserío del pueblo de Pitarque, en el que sobresale la silueta de la iglesia y su campanario. La arquitectura popular, presenta una riqueza de soluciones, todas ellas de gran austeridad, conserva también el horno de grandes dimensiones y guarda el recuerdo del pellerique, donde antaño se ejerció la justicia. En un extremo del pueblo, un puentecillo de mampostería sirve para pasar el río. De camino hacia el nacimiento del río Pitarque, una pequeña ermita de la Virgen de la Peña.
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