El topónimo de esta población, evoca un claro pasado musulmán, traducible, por la referencia geográfica de "oriente, levante", lo que parece sugerir la condición de límite geográfico de alguna demarcación de este periodo. En la parte superior de la población se encuentran los dos edificios principales, de Jarque, aquellos que proporcionan la silueta más destacada del mismo: la iglesia parroquial y el ayuntamiento (s. XVII, catalogado Bien de Interés Cultural), a los pies de estos dos edificios se desarrolla el pueblo, adaptando sus calles a las curvas de nivel. Junto al pueblo, se conserva la ermita de Santa María, ejemplo de templo gótico del siglo XVI.
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