En su término municipal se encuentra el yacimiento de la ciudad celtibérica de DAMIANU, población que sirvió de límite entre iberos y celtíberos, acuñó moneda, siguió ocupada en época romana. Tras la reconquista pasa a incorporarse a la Comunidad de Teruel, como el resto de los pueblos vecinos de la Val de Jarque. A diferencia de otras poblaciones, la obra más singular de Hinojosa de Jarque es la ermita del Pilar, en las inmediaciones del pueblo, que cuenta con el reconocimiento de Bien de Interés Cultural. La iglesia parroquial fue reconstruida en 1960; la ermita de Santo Domingo Guzmán y la del Beato, completan la arquitectura religiosa de la localidad. El ayuntamiento, presenta la particularidad de una disposición en "L" y la arquitectura civil, presenta casas de grandes dimensiones algunas de proporciones señoriales.
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