La historia comienza en 1957, cuando un curioso y observador joven de la localidad, llamado José María Herrero Marzo, encontró los primeros restos fósiles de dinosaurio (varias vértebras de la cola de un Iguanodon), en ese mismo año encontró varios restos de un gran saurópodo ( que luego sería llamado Aragosaurus), posteriormente su tenacidad y su ansia de saber le llevó a estudiar geología y a formarse para la gran labor que iba a desarrollar. A lo largo de 40 años investigó y descubrió restos de diferentes animales que vivieron en esta zona hace entre 130 y 120 millones de años, en el Cretácico Inferior.

En 1992 abre sus puertas para albergar la colección José María Herrero Marzo y hoy podemos ver en él restos originales de Dinosaurios Corredores (Hypsilophodon), vértebras dientes y garras de Carnosaurus (entre ellos el diente más grande de carnosaurio encontrado en España), una púa de Estegosaurio, una espina de Anquilosaurio, gran parte del esqueleto de Aragosaurus Ischiaticus (el primer dinosaurio nombrado en España), parte del esqueleto de Galvesaurus Herreroi (un saurópodo de 16 m. de largo), restos de Iguanodon y no sólo dinosaurios, también en el Cretácico Inferior habitaban esta zona Cocodrilos, Tortugas, Peces, Tiburones y diminutos Mamíferos .

Esto no es todo, también se pueden ver a través de una lupa binocular restos de microvertebrados que compartieron hábitat con los dinosaurios.
El Museo pone a disposición del público un servicio de guías que explican con lenguaje sencillo y claro las características y forma de vida de todos estos animales que vivieron en el Cretácico Inferior.

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